Agost 2013
Durante el invierno 2012-2013 estuvimos pensando en planear un viaje ciclista veraniego, y nos reunimos un día para elegir destino delante de un mapamundi. Tras proponer distintas opciones y estar indecisos, una llamada a nuestro amigo y grandísimo viajero Ximo nos convenció de visitar Indonesia.
Como es un país enooooorme y solamente teníamos un mes de vacaciones, ya sabíamos que sólo podríamos ver una pequeña parte, pero nos hacía mucha ilusión. Para este viaje nos juntamos Pat, Maica, Rubén, Miguel y yo. Finalmente Sergio no pudo venir, por motivos laborales. Rubén ya tenía experiencia ciclista en el Sudeste asiático (Tailandia), pero para el resto suponía un nuevo sitio y nueva cultura por descubrir y nos pusimos a buscar vuelos con muchas ganas. Tras ir viendo cómo evolucionaban los precios, elegimos el que creímos mejor momento para comprar los billetes (alrededor de Feb/Mar). Por unos 700 eur compramos vuelos Madrid-Bruselas-Abu Dabi-Yakarta y vuelta. El siguiente paso, comprar un mapa general (demasiado general, pues no queríamos planificar aún un recorrido concreto) y una guía de viaje.
El invierno pasó, la primavera lo mismo... Pedaleando, escalando, subiendo montañas... Indonesia no nos esperaba hasta agosto, y fuimos dejando pasar los meses sin planificar el viaje ciclista. Teníamos un acuerdo no escrito de improvisar una vez allí.
Llegó el momento, así que a cargar las 2 furgonetas con las bicis y las alforjas para irnos a Barajas! Pudimos dormir en Madrid, en casa de un amigo, que amablemente nos acercó al aeropuerto y así pudimos ahorrarnos el parking de 2 furgonetas durante 1 mes entero, que no es poco...
Salimos de Madrid, y tras una corta escala en Bruselas, hacemos otra parada en Abu Dabi, en cuyo aeropuerto hace un frío horrible! Lo pasamos bastante mal durante las horas de espera al vuelo a Yakarta. Finalmente llegamos a destino, reventados... Pero decidimos cansarnos un poco más, porque desde luego no queríamos empezar a pedalear desde Yakarta (aquello es una locura), así que curioseamos qué vuelos internos había para llevarnos a otro punto del país. Por unos 30 euros nos llevaban a Lombok, que vimos que estaba entre Bali y Sumbawa, al Este. Ummm, igual nos perdíamos Komodo, pero Lombok nos pareció un buen sitio para empezar, así que decidido: iremos a Lombok y luego a pedalear de isla en isla hacia el Oeste, para volver a Yakarta! Apenas estuvimos un rato en el enorme aeropuerto de Yakarta; otro avión y hacia Lombok!!
Esta foto es en el aeropuerto de Yakarta:
Un mapa de los vuelos:
Ya estamos situados. O eso creemos...
Llegamos agotados a Lombok, ya entrada la noche, y tras recoger las cajas de las bicis, salimos del aeropuerto y nos recibe la esperada marabunta de taxistas con cacharros a cual más reventado, para llevarnos al hotel que les digamos. Según el mapa estamos justo al Sur de Mataram, capital de la isla de Lombok. Nos repartimos en 2 furgonetas, y tras parar en un par de hoteles que no nos admiten por cuestiones de decoro (Rubén y Maica no están casados, y tampoco Pat, Miguel y yo formamos un trío reconocido por la Ley, así que no quieren meternos en habitaciones comunes...), finalmente encontramos un sitio muy básico donde alojarnos. Estamos realmente muy cansados del viaje de tantos miles de km, y como acabamos de llegar aún nos cuesta entener cómo funcionan aquí...
En Lombok, a las tantas...
Al día siguiente preparamos toda la parafernalia: desembalamos bicis, las montamos, preparamos todo el equipaje y salimos al exterior, con muchas ganas de empezar a pedalear!!! Pero... hay algo que no cuadra... Si anoche no nos confundimos de avión, estamos en Mataram, la capi de la isla de Lombok, pero cuando preguntamos, mapa en mano, como ir a tal o cual sitio, todo el mundo nos hace gestos de que "NO". Pues no entendemos nada... Y tras un par de dedazos en el mapa, y consultar la guía, resulta que no estamos en Mataram, sino en Praya, en el centro de la isla, a unos 50 km de Mataram. El aeropuerto al que nos han traído es nuevo, y no aparece ni en el mapa ni en la guía de viaje que tenemos. El de Mataram se ha quedado como aeródromo militar.
¡En fin, que, ahora sí, estamo situados y en orden de marcha!
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